miércoles, 5 de marzo de 2008

Utilizando el talento ajeno.

Usted busca un nombre, dijo, un nombre que no existe. O mejor dicho, usted busca un nombre vacío, un nombre que no tiene cuerpo. Quiero decir, no hay ningún cuerpo que pertenezca a ese nombre.Es más, dijo, me atrevería a decirle que nunca lo hubo. Porque, vamos a ver, quién podría llamarse de ese modo. nadie, hombre o mujer, para el caso es lo mismo. Nadie. No importa que usted lo busque, que tenga ese nombre escrito en un papel arrugado, que en ese papel debajo del nombre figure esta dirección. Tampoco creo que se trate de un equívoco. Simplemente pasa esto, usted busca un nombre que no tiene cuerpo, y un nombre sin cuerpo es nada más que lo ya dicho: un nombre vacío. O, para ser aún más estrictos, un vacío. Y no interprete que busco ponerme metafísico, dijo. Menos todavía esotérico. Soy estrictamente objetivo, un nombre vacío es a lo sumo un nombre sobre un papel. La dirección tampoco agrega ni quita nada, es también un nombre, con el agregado de un número, sobre un papel. Y acabamos de acordar que un nombre sobre un papel no es nada. Es un vacio, sin metafísica ni esoterismo. Que yo viva o esté aquí para contestar sus preguntas, no sirve tampoco de mucho. Una mera casualidad, una circunstancia fortuita. Hasta ociosa., podríamos decir, dado que, según hemos convenido, usted no busca a nadie. Puede irse tranquilo ahora, dijo, acabo de quitarle un peso de encima. Y vaya si lo es buscar un nombre vacío, buscar a nadie, y en la dirección donde no está.

Entró al departamento dando un puertazo y puteando.

-¿Qué te pasa viejo?-, le dijo su mujer.

-Lo de siempre, el hijo de puta del 5º “C”-

-¿Cuál?-

-El escritor. Otra vez me enredó con sus cosas raras. Renuncio.Que vaya otro a cobrarle las expensas atrasadas.

Primera parte (en cursiva) escrita por Alberto Ramponelli: coordinador de talleres literarios. Dirigió la revista literaria “Otras puertas”. Publicó varios relatos y novelas. Finalista del premio Clarín de novela (1998).

Segunda parte (sin cursiva) escrita por Salemo: no cordina. Una vez se dirigió a una revista literaria y lo sacaron por otra puerta. Publica en su blog. A veces lee Clarín.

Cuento :"Un papel Arrugado" de Alberto Ramponelli, leído en la revista "Ñ" y que me motivó a agregarle un final propio, sin permiso alguno del autor, al que pido disculpas si un día se entera.

2 comentarios:

Fix Perez Bracamonte dijo...

Primer comentario (discursivo) escrito por Fix: descoordinado. El otro día le dirigió la palabra al kiosquero para pedirle una revista literaria; la compró pero luego la perdió en el colectivo. Trata de publicar en su blog, pero no puede. El único clarín que conoce es el de la marcha de San Lorenzo que estridente sonó.

Salemo dijo...

Dos cosas: confirmo que es usted un exquisito, lo de coordina en lugar de cordina (son pocos los que se expresen de esa forma). El tiempo corre a mi favor, ya que dentro de un par de años la Real Academia lo aceptará por ser de uso masivo (pa` joder a los ecriben bien, nomás). En realidad estoy poniendo en práctica lo de bajar el nivel de escritura para gambetear a la fama.
No voy a controlarlo como método de venganza, buscaré errores en Poe, Ballard, o algun otro preferido suyo y los resaltaré.
A propósito: estaba observando un cuadro de Ernst y me pareció que el personaje central estaba demasiado a la derecha.
Saludos.