La nuestra es una época de correr tras el dinero,pues el dinero y su acumulación,parece ser el objetivo principal del hombre. El hombre necesita ser,ser algo para alguien,porque el otro,es el otro de la referencia,el otro,como modelo,como figura identificatoria,como el que sanciona nuestro decir y nuestros actos. El otro es todo para nosotros;referencia,sustento,o el otro ideal con el que podemos identificarnos y que nos marca el camino o confirma nuestros sueños. El otro de la política,el otro de la ciencia o de la religión,nos contienen,nos dan la referencia de nuestras ideas y nuestras acciones.El otro,nos da la pertenencia indispensable a un grupo humano,aquieta la soledad,calma la angustia,protege. Pero la misma competencia de una sociedad tecnológica cuyo objetivo es la creación de objetos para el consumo,que marca el rumbo de nuestra cultura hacia la ruptura de los lazos con el otro,del lazo social,determinando un camino que parece profundizarse con el transcurso de las décadas,hacia la valoración del dinero en detrimento de los valores que han sostenido el desarrollo de la humanidad. Ahora lo importante parece ser tener dinero y objetos;los objetos que produce la ciencia con sus adelantos tecnológicos,objetos iguales para todos que marcan la moda y que producen una modalidad de goce masificado. Entonces poder ser a través de la conquista personal,poder decir con satisfacción yo soy estudiante,obrero,arquitecto,dibujante,etc.,yo soy el que piensa esto,pues pertenezco a tal institución,ese ser a través del estudio,el arte,el trabajo,se va desvalorizando ante el tener."Tanto tienes,tanto vales",reza el dicho popular,no sin una carga de ironía y tristeza,como si la gente se diera cuenta de lo que está pasando con la humanidad. Es esta una cuestión de las más graves consecuencias para la vida,pues lo que ocurre,baja a la vida cotidiana y afecta a todas y afecta a y cada una de las necesidades materiales y espirituales.
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