Casi todos aquellos que de alguna u otra forma. como simples aficionados, o como profesionales , volcamos nuestras inquietudes, tratamos de transmitir algo o simplemente emitimos nuestra opinión por medio de la palabra, nos resulta complicado ser objetivos, esto es si al término lo entendemos como una manera de mantener la distancia necesaria para que nuestra forma de pensar o nuestros ideales no influya demasiado en la concepción y/o calificación de aquello que pretendemos analizar o simplemente comentar.
Llevado esto a la escritura de ficción, repito, sea esto de manera profesional o como en mi caso, aficionada, me lleva a preguntarme y preguntarles, si es posible, conveniente o incluso necesario que aquello que "vive" muy dentro de nuestra mente, que forma parte de nuestro modo de ser y manejarnos en la vida, debe dejarse de lado al sentarnos a redactar un cuento , una novela o una poesía, en suma, como digo en el título "ponerse en la piel del otro".
"Ser" un asesino serial, no escribir sobre un asesino serial, "ser" un santo, no escribir sobre un santo, "ser" de izquierda y reflejarlo, y en otro cuento "ser" de derecha y hacer lo mismo. A veces ser una dulce y bondadosa persona, en otras un reverendo hijo de puta. Ser esperanzador y ser apocalíptico. Ser un hombre, ser una mujer, ser un anciano y ser un niño.
Alguno que está leyendo esto y que tiene o ha tenido la inquietud de transformar en palabras escritas una idea o un argumento , que lo ha plasmado en su blog, publicado en una página profesional o ha logrado que llegue a la imprenta y haya sido editado en forma de libro o revista, dirá que es de lo que se trata, pero ha lo que me refiero es dejar totalmente la subjetividad de lado ( si esto fuera posible), ya que si esto fuera lo habitual como suele creerse, no habría, por ejemplo. escritores catalogados como de izquierda o de derecha, como progresistas o conservadores.
Personalmente creo que esto, dejar de lado nuestro propio yo al momento de escribir, es un buen ejercicio, y que ser un poco cada cosa un cada relato que encaremos y escribirlo desde un punto de vista que va a contramano de nuestra propia visión ideológica, nos enriquece como escritores y como personas.
Este comentario ha sido escrito de la forma más objetiva que pude. Seguramente tendré que practicar y mejorar, ya que mucha subjetividad se debe haber colado, aún sin mi consentimiento.
Muchas gracias por su atención.
3 comentarios:
Felicitaciones, este post de tu blog llego a la portada de chiflame.net, te mando un saludo, Ana Lucia.
Que dificil ejercicio ponerse en el lugar de otro,uno tiene que inventar recuerdos, pasiones, esperanzas,ideas. Creo que toda literatura de ficcion se trata de eso, los escritores son uno y cientos de personajes a la vez. Ariadna la damita
Yo estoy tratando de hacerlo; a veces me sale y otras no. habrá que seguir intentando.
Salemo, el caballerito.
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