sábado, 5 de abril de 2008

Pensamientos ajenos, pensamientos propios.



...También sabía que los hombres no piensan. No, no te rías, no piensan. De vez en cuando alguno piensa, es cierto, y lo dice o lo escribe, y eso es tan extraordinario que nadie lo olvida. Las gentes unen esos fragmentos que otros han pensado, como pueden, a veces en formas muy convenientes, a veces en formas muy absurdas, repiten una serie de pensamientos ajenos mal relacionados para una situación, y otra serie de pensamientos ajenos no mejor relacionados para otra situación, y creen que son ellas las que piensan. El que más pensamientos ajenos puede recordar y retorcer para adaptar a más situaciones, ese pasa por más inteligente y los demás lo admiran. Aparece otro alguien que piensa, lo dice o lo escribe, las gentes sostienen que está loco y hasta puede ser que lo lapiden, pero lo que pensó queda y los que no piensan se apoderan al fin de eso, y así los pensamientos ajenos que las gentes usan como si fueran pañuelos o sobaqueras son cada vez más numerosos y a eso se se le llama progreso.


Estarán de acuerdo conmigo que lo arriba expresado es un más que interesante texto, No, no estoy haciendo autobombo, ya que ojalá fuera de mi autoría, pero no. Quizás lo hubiera escrito, pero Angelica Gorodischer se me adelantó y forma parte de "Kalpa Imperial" libro 2: "El imperio más vasto", más precisamente al primer capítulo: "Retrato de la Emperatriz".


A veces me asombra cuanto de un pensamiento de otro, puede coincidir con el propio y otras veces me despierta una sana envidia la habilidad de ese otro/a en poder comunicarlo de forma tan clara. A veces son pequeñas o grandes partes de un ensayo, un cuento, una novela. Otras, las menos quizás, la idea general, la idiosincrasia de lo que uno está leyendo.


Esto último me está pasando con la re-lectura de Angélica Gorodischer. Había leído algunos de sus relatos hace varios años y parece que ahora estoy en mejores condiciones para valorizarla en todo lo que se merece.


Como dije, coincido con lo expresado por la señora Gorodischer, pero supongo que queda margen para una charla bastante larga sobre el tema.

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